De acuerdo con un reporte publicado este martes en su sitio oficial por el Instituto Nacional de Estadísticas (Istat), la aceleración de la tasa de inflación mensual se debe principalmente al incremento tendencial de los precios de los bienes energéticos no regulados, que pasaron del 18,9 al 26,6 por ciento.
En menor medida, estuvo motivado ese aumento de los precios al consumidor por la subida de los costos de recreación, cultura y cuidado personal, que crecieron del 6,3 al 6,9 por ciento respecto a marzo de este año, así como por los de servicios varios, que ascendieron del 2,5 hasta los 2,9 puntos porcentuales.
Estos efectos fueron solo parcialmente compensados por una marcada caída de seis puntos en los precios regulados de la energía y la ralentización de los precios de los alimentos elaborados, que pasaron del 15,3 al 14,0 por ciento, así como de los no elaborados, desde 9,1 hasta los 8,4 puntos porcentuales.
También descendieron ligeramente los precios de los servicios relacionados con la vivienda, del 3,5 al 3,2 por ciento, así como los de servicios relacionados con el transporte que pasaron de un porcentaje de 6,3 al de 6,0 puntos.
La denominada inflación subyacente, la cual no incluye a la energía ni a los alimentos frescos, registró una ligera desaceleración desde el 6,3 hasta los 6,2 puntos porcentuales, en tanto la que solo excluye la energía pasó del 6,4 al 6,3 por ciento.
Sin embargo, se acentuó el crecimiento anual de los precios de los bienes, del 9,7 al 10,4 por ciento y, en menor medida, el de los servicios, que ascendió de 4,5 hasta 4,8 puntos porcentuales.
Los precios de los productos de alimentación, hogar y cuidado personal se ralentizaron en términos tendenciales, del 12,6 al 11,6 por ciento, mientras que los de los productos de compra frecuente se aceleraron al pasar de 7,6 hasta los 7,9 puntos porcentuales.
En sentido general, según concluyen los expertos del Istat, en abril se interrumpió la fase de moderación de la inflación, principalmente por una nueva aceleración en la dinámica tendencial de los precios de los bienes energéticos no regulados, cuya tendencia reflejó un incremento mensual de 2,3 por ciento
En el sector alimentario, los precios de los productos elaborados, así como los de los no elaborados, mostraron una atenuación de su crecimiento en términos anuales, lo que contribuyó a la desaceleración de la inflación subyacente, aprecian los especialistas.
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