La entidad señaló que esa contracción forma parte de una disminución general del consumo en el país, que también se puede ver en las transacciones presenciales, en particular en la rama de los bienes duraderos.
Otra causa es la normalización natural de las ventas en línea después de los elevados niveles registrados durante el encierro de la población debido a la pandemia de Covid-19.
En medio de la cuarentena sanitaria esta fue prácticamente la única modalidad de comercio posible, a lo cual se sumó la presencia de mayor liquidez monetaria en las familias por la entrega de las ayudas fiscales y los retiros de los fondos de pensiones.
Respecto a los resultados por categorías en el período enero-marzo las ventas por internet de artículos eléctricos bajaron en 40 por ciento; la línea hogar (31,1); mobiliario (28); vestuario (21) y calzado (8,1).
Para el segundo trimestre de 2023 probablemente haya una caída más pronunciada, agregó el comunicado de la CNC, sobre todo en las ramas que no son de primera necesidad, donde las decisiones de consumo se ven limitadas por la elevada inflación.
En todo caso, señaló, la alternativa digital llegó para quedarse y debe potenciarse aún más, complementándose con el comercio físico.
Si bien hay un aumento de establecimientos dedicados nada más a las ventas en línea, la mayor parte de los comercios minoristas combinan las dos modalidades.
ro/car/eam