Gino Gerosa, jefe del equipo médico que realizó esa operación señaló, en declaraciones divulgadas en el sitio digital del diario L´Adigetto, que «durante mucho tiempo se pensó que no se podía hacer, pero nosotros creímos en ello y, una vez que tuvimos la autorización del Centro Nacional de Trasplantes, lo logramos al primer intento”.
“El corazón funciona muy, muy bien”, expresó Gerosa al referirse al éxito de este trasplante realizado el 11 de mayo último a un paciente de 45 años, en el Centro Gallucci de la ciudad de Padua, en la norteña región de Véneto, el cual se mantiene hasta este miércoles en terapia intensiva.
La excepcionalidad radica precisamente en los tiempos, explicó, pues “en el mundo, el trasplante de corazón de un donante en paro cardíaco es una realidad desde hace mucho, pero se autoriza solo de tres a cinco minutos después del hallazgo de un electrocardiograma plano”.
«Fuimos los primeros en el mundo en demostrar que un corazón que ha detenido toda actividad eléctrica durante 20 minutos puede usarse para un trasplante de corazón», aseveró.
Este resultado extraordinario podría conducir a un aumento del 30,0 por ciento en el número de órganos disponibles para los pacientes en lista de espera, aseguró el experto,
El especialista alertó en declaraciones a ese medio que, en Italia, la insuficiencia cardíaca provoca la muerte de 150 mil personas cada año, mientras unas 800 están en lista de espera de órganos y solo 250 pacientes reciben un trasplante.
La verdadera solución vendrá cuando tengamos disponible un corazón artificial, total, italiano, enfatizó Gerosa, quien es además uno de los principales investigadores del país para el desarrollo de esa prótesis.
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