De acuerdo con el Informe Nacional de Economía Circular divulgado este miércoles en el sitio digital especializado Energía Oltre, ese indicador es muy superior a la media de la UE, del 11,7 por ciento, según los últimos datos registrados, mientras que a nivel mundial solo alcanza los 7,2 puntos porcentuales.
El análisis, elaborado por la Red de Economía Circular(CEN), en coordinación con la Agencia Nacional para las Nuevas Tecnologías (ENEA), fue presentado hace unas horas durante una conferencia realizada en el Centro de Eventos Nacionales de esta capital, presidida por el ministro de Medio Ambiente, Gilberto Pichetto.
Italia lidera la clasificación general de circularidad de la comunidad regional, al sumar 20 puntos en la suma de los siete indicadores que comprende la misma, relativos a las tasas de reciclaje de residuos; de uso de materiales reciclados; de productividad de los recursos y de relación entre la producción de residuos y el consumo de materiales.
En esa tabla, que también comprende la participación de la energía procedente de fuentes renovables en el consumo bruto total de energía, las reparaciones y el consumo de suelo, esta nación es seguida a nivel regional por España, Francia, Alemania y Polonia, con 19, 17, 12 y nueve puntos, respectivamente.
En cuanto a valores per cápita, Italia también se ubica en el primer lugar, con 969 kilogramos por habitante enviados a reciclar cada año, seguida por Alemania, con 921; Polonia, con 726; Francia, con 625 y España, que registra 472 kilogramos.
De acuerdo con ese estudio realizado por el CEN y ENEA, durante los últimos tres años el 45,0 por ciento de los italianos adquirió un producto usado y el 36,0 por ciento compró un bien reacondicionado o regenerado.
“Para un país como Italia, decididamente más pobre en materias primas que sus principales competidores, es ineludible apostar por la circularidad, desde el ecodiseño de los productos hasta la recuperación y el reciclaje”, declaró Roberto Morabito, director del Departamento de Sostenibilidad de ENEA.
Resulta imprescindible, según el experto, aumentar en los próximos años la explotación “de nuestras minas urbanas, que son la fuente potencial de materiales más fácilmente críticas iniciales accesibles”.
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