Un reporte del Instituto Nacional de Estadísticas (Istat), publicado este jueves en el sitio oficial de ese organismo, apunta que el 17,4 por ciento de los residentes en este país son lectores débiles, con un máximo de tres libros en un año, mientras que alcanzan solo 15,4 porcentuales los considerados en la categoría media, con hasta 11 obras leídas.
Los lectores fuertes, con al menos 12 libros anuales, apenas alcanzan un 6,4 por ciento del total, lo cual fue calificado como “una emergencia nacional” por Ricardo Franco, presidente de la Asociación Italiana de Editores.
El 69,2 por ciento de los lectores solo lee libros en papel, en tanto alcanzan los 18,2 puntos porcentuales los que utilizan más de un medio de lectura, con un pocentaje de 12,1 para los que emplean el formato electrónico y de solo 0,5 puntos para los usuarios de auidolibros
Sin embargo, una reciente encuesta mundial, realizada por la Asociación Internacional para la Evaluación de los Avances Educativos (IEA), ubicó a los niños italianos entre los primeros a nivel europeo en cuanto a los niveles de lectura.
El estudio, divulgado el 16 de mayo último, abarcó en Italia a siete mil 419 alumnos y 442 docentes de 222 escuelas, quienes obtuvieron 537 puntos, solo superados en la región por los estudiantes de Finlandia y Polonia, con 549 cada uno, y los de Suecia, que obtuvieron un promedio de 544 puntos.
La diferencia de género en este país es significativa en cuanto a los hábitos de lectura, según la investigación desarrollada por el Istat, pues el porcentaje de lectoras mujeres es del 44,0 por ciento, en tanto que los hombres la cifra solo llega a los 34,3 puntos porcentuales.
El público más aficionado a la lectura está representado por las niñas de 11 a 14 años, entre las cuales más de seis de cada 10 leen al menos un libro en el año, precisó esa fuente.
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