Invitado por la Asociación de Industrias a hablar sobre el contexto laboral en el país y sus perspectivas, De Camps precisó que esa cartera realizó 302 ferias de empleos en 32 meses y aprobó 22 aumentos de salario en el período.
A su vez, afirmó que el pacto social por la mejora del trabajo, la productividad y la ocupación decente, impulsado por el Gobierno, garantiza que se produzcan aumentos de los sueldos mínimos de manera planificada y sistemática.
El titular se refirió al proyecto “RD Trabaja”, que fomenta la formación técnico profesional, mayor desarrollo de competencias básicas y pasantías laborales.
Al comentar sobre la reforma de la Seguridad Social, dijo que con la misma se pretende una mayor cobertura de afiliación, asistencia de salud a los pensionados y prestaciones de servicios, entre otros aspectos.
No obstante, si bien la generación de empleos es un indicador de la marcha de los planes sociales y económicos en el país, analistas coindicen en señalar que esas cifras son insuficientes, teniendo en cuenta que al cierre del año pasado el desempleo se situó en el 6,2 por ciento en República Dominicana.
La encuesta nacional de Hogares dio a conocer el 31 de diciembre pasado que el alto costo de la vida, la delincuencia y la desocupación fueron, en ese orden, los tres grandes problemas identificados por la población ese año.
Los niveles de inflación experimentados en este territorio caribeño debido a la pandemia de la Covid-19 y factores externos se sintieron principalmente en el alto costo de algunos productos de la canasta básica familiar.
De acuerdo con la investigación, a pesar de que la recuperación paulatina de la economía ha logrado bajar el índice de paro dejado por la pandemia, aún muchas personas esperan hallar plazas.
Datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) dados a conocer en febrero último corroboraron los resultados de la encuesta nacional de Hogares: encontrar un puesto de trabajo es precisamente el mayor desafío que tienen los jóvenes en el país.
El 55.3 por ciento de ese grupo de la población está desocupado o inactivo, y el resto se gana el sustento en plazas formales e informales, según la OIT.
De manera que, según analistas, crear empleos dignos y suficientes para una población que espera, sigue siendo un reto para la actual administración.
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