Esa área, que incluye territorios de Somalia, Kenya, Sudán, Yibuti, Eritrea y Etiopía, padece una crisis a gran escala sin precedentes de hambre, desplazamiento, escasez de agua e inseguridad, insistió Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general de la ONU, António Guterres.
Más de 1,9 millones de menores corren el riesgo de morir por desnutrición severa en esa región según datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
De acuerdo con Unicef, aunque las lluvias de esta temporada alivian la situación también provocan inundaciones, ya que el suelo reseco no puede absorber grandes cantidades de precipitaciones con tanta rapidez.
Esto genera más desplazamientos, un mayor riesgo de enfermedades transmitidas por el agua, pérdida de ganado y daños en los cultivos, alertó el organismo.
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