La decisión se produce en un momento en que las concentraciones de gases de efecto invernadero que atrapan el calor se encuentran en niveles récord, más altos que en cualquier otro momento de los últimos 800 mil años», advirtió la agencia de la ONU.
El nuevo instrumento de seguimiento de esos gases contaminantes combinará observaciones desde la Tierra y desde el espacio con modelizaciones para llenar lagunas de información, además de aprovechar la experiencia de la OMM en la coordinación de la colaboración internacional para la predicción meteorológica.
También se afirmó que el intercambio de datos será libre y sin restricciones, con el apoyo del Acuerdo de París sobre el cambio climático.
De acuerdo con la OMM entre 1990 y 2021, el efecto de calentamiento del clima por los principales gases de efecto invernadero, dióxido de carbono, metano y óxido nitroso, aumentó casi un 50 por ciento, por lo que las concentraciones están en niveles récord.
El secretario general de esa agencia de Naciones Unidas, Petteri Taalas explicó que el aumento de las cotas de dióxido de carbono de 2020 a 2021 fue superior a la tasa media de crecimiento de la última década, mientras el metano experimentó el mayor salto interanual desde que comenzaron las mediciones.
Pero todavía hay incertidumbres, sobre todo en lo referido al papel del océano, la biosfera terrestre y las zonas de permafrost en el ciclo del carbono, afirmó Taalas, de ahí la necesidad de un seguimiento de los gases de efecto invernadero dentro de un marco integrado del Sistema Tierra para poder contabilizar las fuentes y sumideros naturales.
La vigilancia mundial coordinada de los gases de efecto invernadero proporcionará a las Partes de la Secretaría de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático información valiosa, oportuna y fidedigna sobre esas emanaciones, para ayudará a mitigar el cambio climático, señaló el director adjunto de Infraestructura de la OMM, Lars Peter Riishojgaard.
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