‘Han demostrado en esta cita nacional y en otras anteriores su lealtad a la patria y su compromiso con el trabajo y la defensa del país’, dijo al-Assad en un mensaje televisado a la nación, tras ganar las elecciones.
Agregó que la masiva participación popular en los comicios transmitió duros mensajes a los enemigos y adversarios cuyas políticas se basan en negar la realidad y rechazan reconocer la derrota y el fracaso de sus proyectos después de 10 años de guerra.
Esta tenacidad del pueblo cambió la balanza, torpedeó las reglas del juego y confirmó sin lugar a dudas, que las reglas las impone el pueblo, y que no hay lugar en Siria excepto para los hermanos y amigos, manifestó el jefe de Estado.
Expresó su confianza en lograr vencer a todos los enemigos por muchas peleas y adversidades que enfrenta Siria, gracias al espíritu de lucha del pueblo.
‘La próxima fase será de trabajo continuo, resistencia y constancia’, concluyó al-Assad sus palabras.
Bashar al-Assad ganó las elecciones presidenciales con el 95,1 por ciento de los votos emitidos por los 14 millones 239 mil 140 sirios que ejercieron su derecho al sufragio en los comicios.
Cientos de miles de ciudadanos y partidarios del presidente llenaron las calles y plazas de las principales ciudades y localidades para festejar el triunfo.
La Constitución siria aprobada en el referendo del año 2012 fija el período presidencial de siete años y el presidente puede ser elegido solo por dos mandatos consecutivos.
Las elecciones generales en el país árabe se efectuaron en medio de difíciles circunstancias que atraviesa la nación debido a la escalada de guerra mediática y política, y el recrudecimiento del bloqueo y las sanciones.
No obstante, alrededor del 87 por ciento de los registrados para ejercer el sufragio acudieron a las urnas, lo cual, según analistas, muestra el respeto de los sirios a su Constitución e instituciones.
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