Las dos partes enviaron borradores de textos legislativos hasta altas horas de la noche de este viernes, una señal de que pronto podría estar al alcance de la mano un acuerdo bipartidista, reporta el medio Politico.
“Tengo esperanzas. Pero tenemos que asegurarnos de estar alineados con el texto y los acuerdos. Hay desafíos importantes por delante, y no sé si son horas o días”, dijo el presidente de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes, Patrick McHenry.
Por su parte, el representante republicano Garret Graves, un actor clave en las conversaciones, manifestó que los cambios propuestos a los requisitos de trabajo para ciertos programas de asistencia federal seguían siendo un «gran punto de fricción».
Asimismo, indicó que se necesita hacer más trabajo antes de que ambas partes puedan llegar a un acuerdo sobre los límites de gasto.
Los republicanos están presionando por requisitos más estrictos para programas como Medicaid, el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria y la Asistencia Temporal para Familias Necesitadas, cambios que muchos demócratas ven como imposibles.
Sin embargo, ambas enviaron fuertes señales de que se acercan a un acuerdo, si bien dijeron que era demasiado pronto para anunciar un acuerdo, expresaron su confianza en que estaban muy cerca de llegar a un compromiso para elevar el tope de endeudamiento del gobierno mientras tomaban medidas para controlar el gasto deficitario.
La secretaria del Departamento del Tesoro, Janet Yellen, advirtió al Congreso que Estados Unidos se quedará sin dinero antes del 5 de junio si no aumentan el límite de la deuda.
Esta actualización ofrece un poco más de margen de tiempo a los negociadores, pues el plazo antes fijado era el 1 de junio, señala The Hill, sin embargo, la última fecha parecer ser la definitiva.
En horas tempranas de este sábado, los republicanos afirmaron que aún no habían programado ninguna reunión en persona con sus homólogos de la Casa Blanca, aunque agregaron que están en comunicación “constante” a través de llamadas y otras vías electrónicas.
Una vez que se llegue a un acuerdo, los legisladores esperan que se tarde uno o dos días en convertirlo en un texto legislativo completo.
Si no se eleva el techo de la deuda desde su límite actual de 31,4 billones (un millón de millones), el país podría suspender los pagos de la seguridad social y los salarios de sus empleados federales, además de los estragos que causaría en la economía global, afectando los precios y las tasas hipotecarias en otros países, señalan analistas.
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