El comandante conjunto de Operaciones Especiales de las Fuerzas Militares Pedro Arnulfo Sánchez, aseguró que pasaron a unos 200 o 300 metros de los infantes.
«Hemos encontrado evidencias y hemos corroborado con los GPS, como cuando hallamos los dos pañales, uno usado, que pasamos a cerca de 100 metros de ellos. Pero es que allí a 20 metros ya no se ve nada», recalcó el general Sánchez.
Aseguró que encontraron nuevas pruebas de su supervivencia, como huellas y constataron que cambiaron de rumbo hacia el norte.
Detalló que 119 comandos militares y 72 indígenas participan en la búsqueda de los menores.
Las labores de búsqueda por tierra se complementan con las aéreas. Ese esfuerzo se aúna a la capacidad aérea con perifoneo, distribución de volantes y kits de supervivencia.
También se desplegaron aeronaves que detectan calor y otras más que toman fotografías de 30 centímetros a nivel del suelo y satélites que contribuyen con generar información de calidad y de primera mano.
Una aeronave tipo Cessna de matrícula HK-2803 fue reportada como desaparecida el lunes 1 de mayo cuando cubría la ruta Araracuara-San José del Guaviare.
En ella iban siete personas: el piloto Hernán Murcia, el líder indígena Herman Mendoza y Magdalena Mucutuy, junto con sus cuatro hijos: Lesly (13 años), Soleiny (9), Tien Noriel (4) y Cristin Neriman (11 meses).
La avioneta accidentada fue localizada el 15 de mayo en una zona rural del caserío Palma Rosa del municipio de Solano (Caquetá) con tres de sus ocupantes fallecidos, de acuerdo con un comunicado de Unidad Administrativa Especial de Aeronáutica Civil.
«La Operación Esperanza es un esfuerzo humanitario de las Fuerzas Militares y las instituciones que busca localizar y rescatar a estos pequeños», señalaron las Fuerzas Militares de Colombia.
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