Desde el puesto de comando Presidencial para atender las condiciones climatológicas por las lluvias que afectan al país, el mandatario hizo un recuento de las intensas jornadas vividas en Brasil, en el contexto del restablecimiento de las relaciones bilaterales y el encuentro de presidentes de la región.
Otra vez América del Sur se rencuentra, reúne y se plantea el camino de la integración y la unificación, afirmó el gobernante y señaló que fue testigo de un “debate bueno, rico en cultura y en propuestas”.
Expresó que la cumbre celebrada ayer, y a la cual acudieron 11 de los 12 presidentes sudamericanos, fue “un paso certero en la dirección correcta” para juntos construir un camino, con innovación política, capacidad diplomática y poner otra vez en el centro de la agenda común las políticas públicas.
Maduro reveló que percibió en todos los discursos posiciones constructivas y “una voluntad común para avanzar”.
En Brasil se llegó a lo que se llamó el “consenso de Brasilia” y desde la República Bolivariana hemos dicho que ese consenso es el mejor punto de partida para volver a transitar en los caminos de la integración y de la unión necesaria, independentista y soberana de nuestra América del Sur, comentó.
Reconoció que la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) resultó muy exitosa y tuvo auge, pero también llegó el momento triste cuando fue “bombardeada, tiroteada para asesinarla y acabarla”.
El Presidente aseguró que hubo una conspiración contra Unasur que la dirigió el imperio norteamericano, que desde Simón Bolívar conspiró para tratar de dividirnos, vernos enfrentados, desgastarnos y destruir la posibilidad de unión de nuestra América.
Al referirse a los cambios en la geopolítica mundial desde los centros de poder, Maduro manifestó que no podemos quedarnos atrás, rezagados, viendo como surgen nuevos polos de desarrollo y viendo cómo se articulan todas las regiones del mundo y nuestra América separada y divida.
Llamó, en ese sentido, a convertirnos en protagonistas de la construcción de una nueva geopolítica mundial, de un nuevo mundo de cooperación, de desarrollo compartido, de paz, para un mundo nuevo posible con una América unida, articulada, sin imperio, sin amo, sin esclavos y de hombres y mujeres libres.
Remarcó que los dos días en Brasil fueron esplendorosos y extraordinarios para el proyecto histórico de la cooperación y el desarrollo compartido.
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