En el octavo aniversario de la primera marcha del movimiento Ni Una Menos, reclamaron la reforma del poder judicial y el refuerzo de políticas públicas contra ese fenómeno.
Además, denunciaron los efectos del accionar injerencista del Fondo Monetario Internacional en este país y en cada familia.
Según el Registro de Femicidios de la Corte Suprema, en 2022 se registraron 252 víctimas letales por actos de ese tipo, ante lo cual consideraron imprescindible la continuidad de programas que apoyen a las mujeres y miembros de la comunidad de lesbianas, gais, intersexuales y otros.
Con la consigna Vivas, libres y desendeudadas nos queremos. Con este poder judicial no hay ni una menos, las participantes en la demostración criticaron también los múltiples obstáculos enfrentados a la hora de presentar denuncias contra los agresores y condenaron la persecución a dirigentes sociales.
No hay democracia con una justicia al servicio del poder económico y conspirando contra la organización social y política, señalaron en un comunicado.
Garantizar la igualdad, proteger a quienes sufren violencia y ampliar derechos son pasos fundamentales para que nuestras sociedades cambien definitivamente, concluye.
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