El representante del bloque Lealtad a la Resistencia saludó el diálogo y la convergencia e insistió en la necesidad de encontrar consensos para elegir un presidente de la República, lejos de la imposición y el enfrentamiento.
Diputado por Hizbulah, Fadlallah rechazó el interés de la oposición de apostar por un jefe de Estado distante de la realidad de los equilibrios internos y la composición del Parlamento.
En este sentido, subrayó que el papel del Legislativo es nombrar un mandatario para todos los libaneses, y “no como el presidente de un equipo político cuyo enfoque es la imposición y la abolición, tanto en el país como en el extranjero”.
A propósito, aseguró que el candidato no llegará al Palacio de Baabda, pues la oposición no podrá imponer su nominado al resto de los libaneses ni en lo político, ni constitucionalmente, ni a través de los medios de comunicación.
El domingo, Michel Moawad anunció en conferencia de prensa la retirada de su candidatura a la presidencia de la República, para respaldar la nominación de Azour.
Al mismo tiempo, el líder de la Corriente Patriótica Libre, Gebran Bassil confirmó su apoyo a la postulación del exministro de Finanzas, en tanto Hizbulah, el movimiento Amal y un grupo de diputados sunitas e independientes respaldan a Suleiman Franjieh.
En paralelo, el secretario general de Hizbulah, Hassan Nasrallah, recibió ayer al arzobispo Boulos Abdel Sater, delegado del patriarca maronita Mar Beshara Boutros Al-Rahi, para consultas sobre el expediente presidencial.
Durante el encuentro, el representante maronita manifestó a Nasrallah la necesidad de dialogar con las fuerzas no cristianas y la Resistencia islámica libanesa en particular para designar al nuevo jefe de Estado.
Medios locales precisaron que el obispo Abdel Sater continuará su gira por todas las fuerzas políticas, la primera de las cuales es el titular del Parlamento, Nabih Berri.
En este contexto, Berri renovó su afirmación de que las puertas de la institución no están cerradas, a la espera de al menos dos candidatos serios para convocar a la duodécima sesión y elegir a un presidente.
Líbano sortea las dificultades de la cuarta etapa de vacancia presidencial en su historia después de la independencia, luego de la conclusión del mandato de Michel Aoun, la noche del 31 de octubre pasado.
El Parlamento repitió el 19 de enero de este año el mismo guion de las anteriores 10 sesiones y ningún candidato de la comunidad cristiana maronita cuenta con el respaldo de la mayoría de 128 diputados, para prolongar la ausencia de un presidente.
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