En conferencia de prensa Bouvier dijo que las lluvias de los últimos días dieron un suspiro, pero «no por eso deja de ser crítica la situación».
Todos sabemos la crisis que estamos atravesando. Seguimos complicados», añadió.
Explicó que las autoridades analizan los embalses con que cuenta el país y las alternativas que propone la empresa pública Obras Sanitarias del Estado (OSE).
La entidad está perforando en busca de pozos en distintos puntos de la capital y la zona metropolitana, en lugares cercanos a hospitales para abastecerlos del vital líquido.
OSE está mezclando el agua del embalse de San Severino, principal fuente de abasto para dos millones de habitantes. Para mantener el suministro la entidad toma agua del Río de la Plata, por lo que el líquido tiene valores altos de cloruro y sodio.
Es un agua bebible pero no potable, según la definición del propio Bouvier.
El consumo de agua corriente bajó en el 20 por ciento aquí, mientras se multiplicó la demanda del vital líquido embotellado, que no todos tienen la capacidad de adquirir.
Por su parte el gobierno está distribuyendo el agua envasada en las escuelas capitalinas.
Desde hace meses rige la emergencia agropecuaria por la seca, que ha provocado perdidas en la agricultura por unos dos mil millones de dólares, según estimados oficiales.
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