Se espera que Fulgence Kayishema, acusado de crímenes cometidos en Ruanda y de esconderse en Sudáfrica de forma ilegal, solicite la libertad bajo fianza.
Kayishema fue rastreado hasta la localidad de Paarl por investigadores que perseguían a los últimos hombres buscados por el Mecanismo Residual Internacional para Tribunales Penales (Irmct).
El Irmct lo ha acusado de genocidio, conspiración para cometer genocidio y cargos alternativos de complicidad en genocidio y exterminio en Ruanda en 1994.
También enfrenta cargos de fraude y de violar las leyes Inmigración y de Refugiados por irregularidades detectadas en documentos encontrados en su casa.
Según trascendidos, Kayishema ingresó a Sudáfrica con un nombre diferente como refugiado de Burundi.
El fiscal a cargo del caso dijo que, si Kayishema solicitaba la libertad bajo fianza, el Estado se opondría.
La orden internacional de búsqueda y captura de Kayishema se basa en presuntos actos criminales cometidos por el acusado por haber vertido gasolina en una iglesia donde ciudadanos de la etnia tutsi se escondían de las milicias hutu.
El templo fue incendiad y demolido sobre las personas que estaban dentro.
En el genocidio de Ruanda de 1994, miembros de la mayoría étnica hutu asesinaron a unas 800 mil personas, en su mayoría de la minoría tutsi.
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