La alta funcionaria del Gobierno mexicano consideró que tales acciones atentan contra el crecimiento espiritual y cultural de las personas, en declaraciones a la agencia de noticias Sputnik.
Todas las manifestaciones culturales son importantes y no podemos ser retrógrados en el campo de la libertad, dijo al comentar la cancelación de la cultura rusa, ejemplo de lo cual es el caso de Italia, donde se prohibió el estudio de la obra de Fiódor Dostoyevski.
“Nos parece que dejar de programar a los autores de la música de concierto o prohibir ciertas obras literarias es evitar la posibilidad de crecimiento espiritual, de crecimiento cultural de cualquier persona”, expresó.
En el último año, luego del inicio del conflicto bélico entre Moscú y Kiev, autoridades de varios países europeos ordenaron a sus organismos e instituciones culturales cortar los vínculos con sus homólogos rusos.
El director de orquesta Valery Gerguiev se negó a pronunciarse en contra de la operación militar rusa en Ucrania y como castigo fueron suspendidas sus actuaciones en el Carnegie Hall, en la Filarmónica de París y en la Scala de Milán, y resultó despedido como director de la Filarmónica de Múnich.
La soprano Anna Netrebko lamentó los enfrentamientos, pero advirtió que “obligar a los artistas y a cualquier figura pública a expresar abiertamente sus opiniones políticas y condenar a su patria es inaceptable”, por lo que la Ópera Estatal de Baviera canceló todos sus compromisos con la cantante.
Reino Unido suspendió la gira del Ballet Estatal de Siberia, y la Royal Opera House de Londres anuló la temporada del Ballet Bolshói. Al respecto, Nadine Dorries, secretaria de Estado de Cultura, Medios y Deporte del Gobierno de Boris Johnson (2019-2022), manifestó que el arte es el “tercer frente en el conflicto de Ucrania”.
También, una orquesta de Cardiff, al sur de Gales, prohibió la Obertura de 1812 de Pior Ilich Tchaikovsky, músico ruso del siglo XIX; en Croacia, la Filarmónica de Zagreb anuló la interpretación de dos de sus obras; en la ópera de Varsovia, un tema de Modest Musorgski, compositor ruso de hace dos siglos, fue sacado del programa.
Entretanto, el director de la Galería de los Uffizi, Eike Schmidt, lamentó la interrupción de la cooperación cultural de Italia con Rusia y abogó por su pronta reanudación, en entrevista para el canal de Telegram del Festival RuskiRim.
Para el también historiador de arte alemán, la cultura rusa es una de las más grandes del mundo y está conectada en gran medida con la europea, por lo que sería un enorme error “cancelarla” y amenazar el diálogo entre ambos pueblos.
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