A esa inquietud se sumó también el aumento considerable de las tarifas eléctricas y la apertura de más espacio para las centrales térmicas (carbonización) en detrimento de las fuentes renovables de energía (agua, sol y viento).
La Agencia Senado indicó que, ante el posible racionamiento por la crisis del agua y la calamidad económica y sanitaria debido a la pandemia de Covid-19, los senadores asistentes al debate fueron enfáticos en condenar la discusión de una desnacionalización en este momento.
‘Este proceso avanzó con extrema rapidez, saltando etapas del proceso legislativo normal y, al mismo tiempo, sin una discusión adecuada de los impactos que tendrá en la actividad económica, especialmente en la vida de las personas’, alertó el senador Humberto Costa, presidente del CDH.
El congresista Paulo Paim, autor de la solicitud de la audiencia, afirmó que resulta seguro que el mayor costo de la energía tendrá un efecto en cascada, lo cual significa que los valores de los productos finales también aumentarán de precio.
Tal incremento, precisó, también desequilibrarán los presupuestos de las familias y, en consecuencia, influirán negativamente en el proceso inflacionario.
La directora del Instituto para el Desarrollo Estratégico del Sector Energético (Instituto Ilumina), Clarice Ferraz, señaló que la desestatificación se discute incluso antes de la aprobación del marco regulatorio (nuevas reglas del sector).
Explicó que ‘el Ministerio de Minas y Energía realiza esta llamada modernización del sector eléctrico brasileño, con una separación del cable a la energía (separación del servicio de conexión al sistema eléctrico y del servicio de venta de energía, que tendrían contratos separados), hoy mezclados en la misma factura de la luz’.
Además, advirtió, que será con una propuesta de ampliación del mercado libre como si la libertad de elección resolviera un problema de suministro.
Esto ocurre, agregó, sin que la propia agencia reguladora haya presentado un análisis de impacto regulatorio y una disposición de cómo será la asignación de riesgos de nuestro sector hidroeléctrico en Brasil.
Por lo tanto, es un escenario de incertidumbre, y nada peor que la perplejidad para atraer inversiones, remarcó Clarice, para quien el Gobierno está ‘vendiendo una mina de oro’, que representa el 30 por ciento de la energía generada en Brasil.
La Cámara de Diputados aprobó el 20 de mayo por 313 votos a favor y 166 en contra la privatización de Eletrobras.
Si el proyecto es aprobado en el Senado, esta será la primera gran desnacionalización del gobierno del presidente Jair Bolsonaro.
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