La transnacional eléctrica hispánica informó en un comunicado que rubricó el acuerdo vinculante para vender al Estado mexicano alrededor del 80 por ciento de su negocio en el país, que ahora gozará de más autonomía energética.
El informe oficial publicado por la compañía lo ilustra una foto en la que aparecen sonrientes y y estrechándose la mano el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, con el ejecutivo de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán.
La operación fue posible gracias a la intervención del Fondo Nacional de Infraestructura que se convirtió en el principal negociador por parte del lado mexicano para la adquisición de algo más de ocho mil 500 megavatios de activos de generación de energía.
Ese potencial estará controlado y gestionado por el Estado mexicano. El costo de la operación rondó los seis mil millones de dólares.
El 99 por ciento corresponde a ciclos combinados de gas y el 87 por ciento a plantas que operan bajo el régimen de Productor Independiente de Energía, contratadas con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), y se cierra de acuerdo con los términos pactados y el calendario previsto, especifica la nota.
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