La convocatoria de este miércoles pondrá fin a casi cinco meses de pausa en el expediente y retomará un proceso de votación que inició el pasado 29 de septiembre, un mes antes del fin del mandato de Michel Aoun, el 31 de octubre.
Para los analistas, la jornada legislativa de este 14 de junio repetirá el mismo guion de las 11 anteriores, pues ninguno de los dos candidatos, Suleiman Franjieh y Jihad Azour, podrá alcanzar los 65 votos necesarios para llegar al Palacio de Baabda (sede de la presidencia).
En este sentido, fuentes parlamentarias confirmaron al periódico Al-Binaa que hay 16 diputados que decidieron no votar por Franjieh y Azour.
Ambas nominaciones compartieron en las últimas horas sus valoraciones de Estado y más allá de los puntos contradictorios coincidieron en la necesidad de no desperdiciar más tiempo a la luz del agravamiento de la crisis económica.
El líder del Movimiento Marada, el exministro Franjieh, reiteró su condición de árabe maronita libanés y la disposición a impulsar las reformas de recuperación; al tiempo que decantó la obstrucción en la vida política.
Franjieh, respaldado por el dúo chiita Amal e Hizbulah, junto a un grupo de diputados independientes y sunitas, aclaró su apertura a todos sin excluir a nadie para avanzar en la recuperación del país.
Por su parte, Azour, exfuncionario del Fondo Monetario Internacional, puntualizó a través de una declaración que el único desafío para los libaneses es salir de la crisis con todas las reformas que requiere en beneficio de las generaciones futuras.
Considerado el candidato de la oposición, el extitular de Finanzas cuenta con el apoyo de la Corriente Patriótica Libre, las Fuerzas Libanesas, el Partido Kataeb, los Cambistas y el Partido Socialista Progresista.
Bajo un gobierno interino, Líbano sortea las dificultades económicas, financieras, sociales y políticas de la cuarta etapa de vacancia presidencial en su historia después de la independencia.
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