Es vital crear conciencia mundial, así como evitar el maltrato y discriminación hacia todas las personas albinas, tal como lo plantea una resolución aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en el año 2014.
Algunas sociedades lograron liberarse de algunos convencionalismos y tabúes religiosos e incluso de índole sexual, pero persiste la discriminación hacia las personas por su color de piel o apariencia física.
Organismos internacionales les preocupa que en regiones de algunos países, el albinismo está asociado con la brujería, haciéndose más dolorosa la discriminación en el caso de los niños, quienes sufren de bullying y rechazo entre sus iguales.
En 2023, el lema es «La inclusión hace la fuerza», pues se trata de garantizar la inclusión y empoderamiento de las personas con albinismo en todos los ámbitos de la sociedad.
De acuerdo con la literatura médica, el albinismo es un trastorno o condición hereditaria, que causa la ausencia de la producción de melanina en el organismo.
Esta sustancia es la que determina la pigmentación o el color de la piel, el cabello y los ojos de todos los seres humanos.
Por esta razón, las personas albinas son muy sensibles a los rayos solares, lo cual puede traer graves daños a la piel o a la visión, debiendo protegerse para evitar mayores daños a su salud. También son más propensas a sufrir cáncer de piel.
Una característica significativa de este trastorno es que, en casi todos los tipos de albinismo, ambos padres son portadores del gen, a pesar que no lo manifiesten físicamente. Asimismo, no depende del origen étnico de la persona que lo padece.
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