“La semilla que dejó el comandante Ernesto Che Guevara tiene que germinar en la conciencia de los pueblos para dejar de vivir en la esclavitud moderna”, afirmó Quintana en entrevista concedida a Prensa Latina.
El conductor del espacio televisivo de análisis geopolítico Coordenada Sur consideró necesario que los pueblos tengan conciencia de las aspiraciones por las que lucharon Fidel Castro, Che Guevara, Camilo Cienfuegos y otros desde mediados de la década de 1950.
Comentó que cada día la humanidad se enfrenta a una batalla tenaz contra la enajenación, contra la manipulación hegemónica porque una de las armas más poderosas del capitalismo, del imperio, es la legitimación de esa estructura de poder.
En tal sentido, criticó el empleo de las tecnologías de la comunicación y la información para enajenar, para reafirmar el camino de la alineación, la servidumbre y la dependencia impuesto a las mayorías durante siglos.
Indicó al respecto que “junto con Fidel Castro, el Che mostró que había otra opción, el camino socialista, el liberador, el que permite vivir la utopía de la igualdad».
Subrayó que el autor de El Socialismo y el hombre en Cuba era un crítico del marxismo ortodoxo y planteaba uno latinoamericano.
“Hay que leerlo con la lupa de la realidad latinoamericana -comentó-, como lo planteaba un siglo antes el prócer independentista cubano José Martí (1853-1895)”.
Añadió que ante los nuevos embates de los seguidores de la Doctrina Monroe y a 95 años del natalicio del Che, es necesario lo que denominó “ese ensamblaje de conciencia, capacidad de lectura, de interpretación de nuestra realidad y especificidad regional de México, Centroamérica, el Caribe y América del Sur, la patria grande”.
Al respecto, insistió en que al Che hay que valorarlo como un recurso metodológico del pensamiento, como una herramienta para pensar la realidad y transformarla.
Reiteró que el revolucionario argentino-cubano no es solamente una epopeya, un guerrillero, un labrador de la emancipación, por lo cual resulta necesario interpretar su pensamiento liberador, más allá de cómo tradicionalmente se le conoce.
“El Che es una vertiente de vida, ideología, el vientre de la utopía, y eso es lo que el imperialismo quisiera matar”, concluyó Quintana.
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