Por toda la ciudad niños, mujeres, jóvenes y adultos llevan el atuendo y una inmensa cantidad se concentró en los alrededores del estadio de los Trabajadores de Beijing desde mucho antes de arrancar el choque, para mostrar apoyo al equipo comandado por Lionel Messi.
Durante un recorrido por la urbe Prensa Latina constató que, si bien la camiseta del 10 prevalece, también muchos portan la 11 de Di María, la 24 de Fernández o las de otros jugadores que igualmente tienen muchos seguidores entre la afición china.
Junto a la marea albiceleste, los fanáticos muestran carteles escritos mayormente en español ya sea con el nombre del equipo, de sus futbolistas favoritos o con frases deseándole buena suerte mientras se enfrentan al rival australiano.
Alrededor del estadio todos inmortalizan en selfies la alegría de vivir este momento de regreso del fútbol internacional a China y otros aprovecharon para, incluso, hacer peticiones de matrimonio.
El recinto está completamente lleno tanto afuera como adentro y la salida a la cancha del equipo argentino la acompañó una ovación inmensa, similar a que le ofrecen sus compatriotas en casa.
Desde su anuncio meses atrás, el partido Argentina- Australia revolucionó a los fans en China y generó mayor frenesí, principalmente, por la presencia de Messi.
El furor por la llegada del astro disparó los precios de los hoteles de Beijing, una suite en donde se hospeda llegó a costar hasta 12 mil 888 yuanes (mil 802 dólares) y en otras instalaciones del distrito de Chayoang los precios incrementaron hasta 30 veces por encima de lo habitual.
Además, la permanencia de seguidores apostados en las afueras del lugar incidió en que los jugadores no pudieran salir del hotel desde su arribo y en la cancelación de un entrenamiento el pasado domingo. mgt/ymr