La celebración este viernes de los 15 años de existencia del Tribunal Constitucional (TC) motivó el discurso del mandatario, quien consideró el hecho como un hito importante en la construcción y la consolidación aquí de un Estado Democrático de Derecho.
Según apreció, se trata de un proceso continuo, el cual incluye la celebración de elecciones periódicas, libres y justas, el respeto de los derechos, libertades y garantías fundamentales de los ciudadanos, así como la obligación de acatar las disposiciones de los tribunales.
Las decisiones judiciales, insistió, deben ser respetadas y cumplidas por los ciudadanos, las empresas, los partidos políticos y todas las instituciones públicas y privadas.
Esto no significa que los fallos de las cortes sean incuestionables o inalterables, pues el ordenamiento jurídico prevé mecanismos para atender las reclamaciones de quienes sean eventualmente perjudicados, recordó.
La democracia, sopesó, no es un régimen político perfecto y acabado, sino un edificio en constante construcción, que requiere cultura política y esfuerzo permanente para la mejora de las instituciones.
Aunque «queda mucho camino por recorrer», Lourenço alabó el desempeño del TC, reiteró el compromiso de fortalecer la institucional democrática en el país y subrayó la responsabilidad de todos los ciudadanos y entidades de preservar “tan importante conquista”.
En las elecciones de 2008, 2012, 2017 y 2022, ejemplificó, el Tribunal Constitucional fue capaz de hacer frente a los retos y los requerimientos que dichos procesos exigían, tanto en la recepción, apreciación y validación de candidaturas como en lo concerniente a los litigios comiciales.
También en el ámbito de la aplicación de la ley de los partidos políticos, este Tribunal ha demostrado estar a la altura de los desafíos expuestos por la sociedad angoleña, estimó el jefe de Estado y de Gobierno.
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