Pablo Gómez, director de la Unidad de Investigación Financiera, compareció en la conferencia de prensa matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador en el Palacio Nacional, para dar amplias explicaciones del proceso judicial aceptado finalmente en el vecino país del norte.
Dijo que México recurrió a la demanda judicial para que el dinero del Estado pueda volver y esa forma es un juzgado de la Florida, donde se presentó la demanda, pero los defensores de García Luna y las empresas que hicieron los contratos presentaron recursos de amparo y aduciendo que la Corte de Florida no tenía capacidad jurídica para ello.
Lograron suspender el proceso un tiempo, pero ya se resolvió contra el recurso presentado y lo bueno es que ya no pueden presentar más, es definitivo e inaplazable el juicio para la devolución de los recursos de México, y se incluye como parte de la trama de corrupción que se le sigue en Estados Unidos a García Luna donde se le encontró culpable y está concluso para sentencia.
Ya el proceso de recuperación del dinero está en curso, el asunto de los demandados también, y una vez que se integre el jurado se abre el juicio y viene la decisión del jurado que parece ser positivo para México, dijo.
Reveló que hay dos importantes listas de personas y empresas demandadas en Florida, donde está esa cantidad de dinero, y la encabeza García luna, y la otra con las empresas incluye algunas que son propiedad del reo con testaferros.
Gómez agregó que hay 345 millones de dólares en joyas, y otros 300 millones en propiedades inmobiliarias de gran lujo, yates, haciendas, y otras pertenencias y «vamos a rescatar todo lo que se pueda».
Detalló que bajo la presidencia de Felipe Calderón (2006-2012) fueron malversados más de 200 millones de dólares, y el resto más de 400 millones, con el Gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018) porque siguieron operando con el amparo de su administración.
El funcionario dijo que ese nuevo proceso a García Luna es emblemático pues se trata de un caso concreto de cómo operaba el sistema de gobierno corrupto durante esos años, y en contubernio con el presidente de la república, que era quien repartía las gabelas y despojaba a la nación de sus riquezas y patrimonio entregándolas al sector privado.
La corrupción, añadió Gómez, era uno de los principales instrumentos de la gobernanza de México desde Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) hasta Peña Nieto, y llegó a todas partes, no solamente al presupuesto, sino a la gestión pública en su totalidad porque lo abarcó todo.
Este, dijo, es el primer Gobierno que declara la guerra a la corrupción y que ha actuado contra ese flagelo, se ha avanzado mucho, pero es importantísimo que esa lucha continúe.
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