Según esa cartera, se trata del primer cargamento de 4,5 millones de municiones, de un total de 24 millones, para los cerca de 60 mil policías encargados de velar y proteger a los ciudadanos del crimen organizado, el narcotráfico y la delincuencia común.
El costo de la negociación inicial de esos artefactos fue de nueve millones 100 dólares, pero el ministro del Interior, Juan Zapata, indicó que solamente les cobraron ocho millones 400 mil.
El titular señaló que el segundo lote de municiones llegará al país en el mes de julio y manifestó que «la dinámica de violencia que enfrenta el país requiere que la Policía esté entrenada en arma corta (9 milímetros) y arma larga (2,23 y 5,56 milímetros)».
Por su parte, el comandante general de la Policía Nacional Manuel Íñíguez precisó que a partir de la próxima semana se capacitarán cerca de 60 mil servidores policiales, lo cual permitirá fortalecer las capacidades operativas.
Ecuador vive una ola de inseguridad que el Gobierno atribuye al auge del narcotráfico y a las disputas de bandas criminales por el control del tráfico de drogas.
El año 2022 cerró con 25 muertes violentas por cada 100 mil habitantes, cifra más alta de la historia en el país.
El Ejecutivo del presidente Guillermo Lasso ante la escalada del crimen adoptó medidas, como la autorización del porte de armas para civiles y el permiso para que policías y militares actúen con todos los medios a su disposición contra quienes consideren terroristas.
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