Un sondeo divulgado por el diario Maariv reflejó que la oposición ganaría 70 curules, apenas unos meses después de los comicios celebrados en noviembre del pasado año.
El Likud, el partido de Netanyahu y el más grande en la actualidad, ganaría 24 asientos, ocho menos que en este hemiciclo.
El opositor y también derechista Unidad Nacional, que encabeza el ex titular de Defensa Benny Gantz, se convertiría en la principal fuerza del país con 32 curules y Hay Futuro, del ex jefe de Gobierno Yair Lapid, conquistaría 17.
Al ser interrogado sobre el político favorito para encabezar el Ejecutivo, un 47 por ciento respaldó a Gantz y 37 por ciento a Netanyahu, quien en el pasado dirigió a esta nación durante 15 años, 12 de ellos de forma ininterrumpida.
Desde principios de año todas las encuestas coinciden en la fuerte caída de la popularidad de la alianza derechista, en especial el Likud y sus socios ultranacionalistas Poder Judío y Sionismo Religioso.
La coalición sufrió un desgaste muy grande desde entonces debido a varias iniciativas que impulsa, en especial una polémica reforma judicial.
Netanyahu enfrentó desde principios de año una ola de protestas contra ese plan, muy criticado por amplios sectores de esta nación levantina.
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