“La Compañía de Jesús en Bolivia desea informar que, como una muestra más de transparencia y su clara voluntad de colaborar con la justicia, ha entregado al Ministerio Público el diario del fallecido jesuita Alfonso Pedrajas”, afirma un comunicado de la orden de los jesuitas.
En ese documento, Pica confesó la comisión de al menos 85 actos de abuso sexual contra menores en América Latina, la mayoría de ellos en el país andino-amazónico.
La información circulada a la prensa explica que el diario fue recibido por el Provincial, en un sobre llegado desde Roma vía Courier.
Añade que lo remitió la Curia General de la Compañía de Jesús que, a su vez, lo recibió del Dicasterio de la Doctrina de la Fe (antigua Inquisición) del Vaticano.
El presidente del Estado Plurinacional, Luis Arce, remitió el 22 de mayo una misiva al sumo pontífice contentiva de su rechazo a los casos de pederastia y encubrimiento de la Iglesia católica.
Al propio tiempo, le planteó la revisión de los antecedentes de los sacerdotes enviados a Bolivia sobre la base de los acuerdos y convenios internacionales vigentes.
Francisco respondió en una carta el 31 de mayo con la expresión de su dolor y vergüenza por los actos de pederastia cometidos por sacerdotes de la Iglesia católica en Bolivia, al tiempo de criticar la negligencia de quienes debieron supervisarlos y, por el contrario, los encubrieron.
Simultáneamente, formalizó en ese texto el compromiso de trabajar de manera conjunta con las autoridades de Bolivia para reparar los crímenes sexuales cometidos.
El sobre sin abrir fue entregado la víspera en la Fiscalía de Coña Coña, Cochabamba, que conduce la pesquisa sobre casos de pederastia cometidos por sacerdotes pederastas en ese departamento
Un reportaje investigativo publicado el 30 de abril por el diario El País, de España, con las revelaciones de Pica Pedrajas (1943-2009) sobre sus crímenes sexuales y el encubrimiento de sus superiores originaron un escándalo de alcance internacional.
La onda expansiva atravesó inmediatamente el océano Atlántico y provocó en Bolivia las denuncias de las víctimas a otros supuestos guías espirituales, por lo cual el Ministerio Público inició investigaciones y allanó las oficinas de la Compañía de Jesús, en medio de protestas públicas contra la Iglesia.
Figuran en la lista de pesquisados los fallecidos Pedrajas, Alejandro Mestre (secretario de la Conferencia Episcopal de Bolivia), Antonio Gausset; Carlos Villamil, Luis Roma; Francisco Pifarré y Jorge Vila.
Otros investigados como encubridores y que todavía viven son Marcos Recolons y Ramón Alaix.
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