Según el comunicado, difundido por la agencia Angola Press, la principal área de intervención en estos momentos es la localidad de Lóvua, en la provincia de Lunda Norte, ubicada en el nordeste del territorio nacional.
Allí desarrollan acciones de coordinación de asentamientos, para garantizar la protección física y social de los refugiados, provenientes de países vecinos.
Todos los meses, abundó el documento, son distribuidas toneladas de productos alimenticios para los alojados en Lóvua, a partir de la financiación del Programa Mundial de Alimentos (PMA), mientras las mujeres en edad fértil reciben kits de higiene.
Al decir de World Vision, la entidad continúa también el apoyo a la construcción de viviendas en las zonas de asentamiento y la rehabilitación de infraestructuras públicas, como escuelas, centros médicos y letrinas.
Otras áreas de colaboración tienen que ver con la promoción de salud mediante charlas sobre nutrición e higiene, y la realización de actividades socioculturales, deportivas y recreativas para garantizar la buena convivencia entre los refugiados y la comunidad angoleña, señaló el reporte.
En opinión de World Vision, la protección de los niños constituye una de sus principales responsabilidades en Lóvua, en colaboración con agentes del Instituto Nacional de la Infancia y la contribución financiera de Acnur y el PMA.
Uno de los puntos de atención es la situación de extrema vulnerabilidad de los menores no acompañados, que llegaron a Angola sin la supervisión de un adulto, advirtió la institución.
Ellos, abundó el pronunciamiento, requieren asistencia permanente y protección especial contra los abusos y el peligro potencial asociado al tráfico de personas, a lo cual se unen las necesidades generales de alojamiento, alimentos, agua, salud y educación.
El Gobierno angoleño, por medio de la administración local, se ha esforzado por colocar parcelas de tierra a disposición de los refugiados que quieran practicar la agricultura, reconoció World Vision.
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