Desde las primeras horas de la madrugada comenzaron las precipitaciones en la zona central del país y fueron intensas en algunos sectores de Santiago, lo cual provocó que algunos pasos a desnivel quedaran anegados obstaculizando el tránsito.
Los fuertes vientos provocaron cortes en el tendido eléctrico y caída de ramas en comunas cercanas a la urbe, donde hay brigadas que trabajan para restablecer el servicio.
Hasta el momento no hay daños de mayor consideración, dijo el gobernador Claudio Orrego, si bien se esperan en el área más de 100 milímetros de lluvias entre este jueves y el próximo sábado, lo mismo que cayó en todo el año pasado, aseguró el funcionario.
La mayor preocupación es que las precipitaciones son fuertes en zonas altas de la cordillera, en cuyas faldas está ubicada la ciudad, lo cual podría ocasionar desprendimientos.
Según la empresa Aguas Andinas, la turbiedad del cauce de los ríos Mapocho y Maipo, que abastecen a las plantas potabilizadoras, está dentro de lo normal.
Representantes de la entidad precisaron que, en todo caso, hay reservas suficientes para garantizar el servicio en la capital y sus alrededores durante unas 37 horas.
En la región de La Araucanía, en el centro sur de Chile, el Servicio Nacional de Prevención y Reducción de Desastres declaró una alerta temprana ante el pronóstico de lluvias y fuertes vientos.
La directora de esa entidad en el lugar, Janet Medrano, advirtió sobre eventuales crecidas de ríos y deslizamientos de tierra y rocas.
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