Al amanecer de este miércoles, los miembros de la legación, encabezados por el encargado de negocios, Gabriel Campero, recibieron los primeros rayos del sol en el municipio de Guatavita, del departamento de Cundinamarca, a 53 kilómetros al nororiente de Bogotá.
Participaron en la ceremonia llamada ‘Willka Kuti’ o Renacer del Sol miembros del cuerpo diplomático, cabildos y resguardos indígenas, representantes del Consejo Regional Indígena del Cauca, del Centro de Pensamiento y Diálogo Político, integrantes de la comunidad boliviana y amigos colombianos.
Quienes estuvieron en esta tradicional solemnidad, acogieron las energías cósmicas del Padre Sol y la energía telúrica de la Madre Tierra o Pachamama a la que le hicieron ofrendas por la armonía y respeto en este nuevo ciclo de la naturaleza.
En ese entorno, reflexionaron acerca de los logros de Bolivia y construcciones del año pasado, así como los anhelos personales y proyectaron sus sueños y metas para el futuro.
Cada 21 de junio, el sol se sitúa en su punto más alejado de la línea ecuatorial, y en Bolivia los pueblos originarios invocan, con rituales y ofrendas, su retorno.
Hacen un llamado a la naturaleza y a sus deidades para preservar el ciclo de la vida, porque la agricultura está marcada por el calendario solar y de él depende la producción de alimentos y la reproducción del ganado.
«Consciente de que los solsticios y equinoccios simbolizan la fertilidad de la tierra, los sistemas de producción agrícola y alimentaria, el patrimonio cultural y sus tradiciones milenarias, la Asamblea General de la ONU reconoció que la celebración de esos eventos es una encarnación de la unidad del patrimonio cultural y las tradiciones de siglos de antigüedad».
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