En declaraciones a la prensa, tras concluir una visita de siete días a esa nación caribeña, la funcionaria del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) anunció que más de 86 mil niños haitianos, en ese rango de edad, podrían morir si no reciben asistencia urgente.
A esta situación se suma la escasez de alimentos terapéuticos listos para usar en las próximas semanas debido a la falta de financiamiento, cuyo fondo asciende a tres millones de dólares, subrayó Gough.
Afirmó que la vida de los infantes está cada vez más amenazada por los efectos combinados de la pandemia, el aumento de la violencia, los eventos climáticos extremos y la falta de acceso a las asistencias de nutrición preventiva y agua potable.
Precisó que el año pasado, la interrupción de los servicios de salud y el temor de los padres a la Covid-19 condujeron a un fuerte descenso de las tasas de inmunización infantil, las cuales oscilaron entre el 28 por ciento para algunas vacunas de antígenos y el 44 por ciento, en otras.
Según la Unicef, el 9,7 por ciento de los infantes haitianos no recibieron ninguna vacuna y el 58 por ciento no está totalmente inmunizado, de los cuales el 42 por ciento vive mayoritariamente en zonas metropolitanas empobrecidas y con un alto impacto de la violencia.
A juicio de la fuente, este descenso en la inmunización provocó un aumento en los casos de difteria y un mayor riesgo de brote de sarampión, sin contar que estos pequeños son más vulnerables a sufrir o morir por desnutrición aguda.
Señaló que para el 2021 está previsto que cerca de 217 mil menores de edad padezcan de este mal en el país caribeño, el cual registró un aumento del 61 por ciento en el último año.
De acuerdo con estimados de la Clasificación Integrada en Fases de la Seguridad Alimentaria, uno de cada cuatro haitianos enfrenta inseguridad alimentaria aguda, por lo que para mediados de ese año cerca de 4,4 millones de personas podrían sufrir sus efectos, de ellas 1,9 millones de menores y adolescentes.
Tal panorama resulta más preocupante en medio del inicio de la actual temporada de huracanes, en la que Unicef prevé un empeoramiento en el acceso a los alimentos nutritivos.
‘No podemos mirar hacia otro lado e ignorar una de las crisis humanitarias menos financiadas de la región. Sin financiación adicional en las próximas semanas, el tratamiento contra la desnutrición que estamos proporcionando y que salva vidas se interrumpirá y algunos niños y niñas correrán el riesgo de morir’, sentenció Gough.
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