La zafra cerró antes de lo previsto por las malas condiciones de los campos de caña con un rendimiento raquítico ante la poca agua que recibieron las plantaciones por la falta de lluvias en los meses que más la requería, explicaron.
Las cañas, incluso las más resistentes a la sequía, se quedaron tan bajas en sus estándares de acumulación de jugos y dulce, que no valía la pena cortarlas por su ínfimo rendimiento, agregaron.
México, un exportador de azúcar a Estados Unidos, produjo 5,22 millones de toneladas del endulzante en el ciclo 2022-2023, un monto abajo incluso de la más reciente previsión que calculaba unas 5,43 millones de toneladas, de acuerdo con datos de Conadesuca, una comisión de autoridades, productores de caña e ingenios.
En la zafra anterior, la fabricación de azúcar fue de poco más de 6,16 millones de toneladas.
La sequía es el principal factor, dijo Carlos Blackaller, líder gremial, aunque estimó que una deficiente fertilización también golpeó el rendimiento en el campo.
La próxima zafra esperamos una mejora moderada en la productividad, agregó. Con una buena temporada de lluvias podríamos retornar la producción de azúcar por encima de las seis millones de toneladas, dijo esperanzado.
El más reciente reporte del “Monitor de Sequía” de la Comisión Nacional del agua, mostró que al 15 de junio casi 35 por ciento del país estaba en una sequía moderada a extrema, un leve incremento respecto a la medición del 31 de mayo, con un clima anormalmente seco en Veracruz, el mayor productor de azúcar, en alrededor de 40 por ciento de su territorio.
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