De acuerdo con el alcalde local, Nivaldo Piñaleo, son 18 los viaductos destruidos o dañados, entre ellos, seis pasarelas y 12 puentes, la mayor parte en la ribera del río Queuco.
Agregó que las balsas utilizadas por los habitantes de Los Chenques Pitril y Cauñicó fueron arrastradas por la corriente y los caminos interiores están inutilizados.
Son alrededor de mil personas las que están incomunicadas debido a uno de los temporales más destructivos de los últimos años, precisó Piñaleo. En conversación vía telefónica con Prensa Latina, Yoselyn Mulchen señaló que en Los Chenques Pitril hay varias familias aisladas, pues el vehículo y la balsa de la comunidad los arrastraron las aguas del Queuco y no tienen forma de llegar hasta el camino central.
Varias viviendas fueron destruidas o dañadas por el torrente que también inundó las siembras de trigo, cebada y pienso para los animales, dijo.
En el lugar hay dos ancianos y un niño y algunas personas presentan problemas respiratorios debido a la lluvia y el frío.
Hasta el momento tienen señal telefónica y alimentos para aproximadamente una semana, pero si las lluvias persisten necesitarán ayuda.
Precisó que la víspera recibieron una llamada de la ministra del Interior, Carolina Tohá, quien se interesó por la situación de las personas.
Mulchen indicó que cuando terminen las lluvias les hará falta asistencia del gobierno para restablecer las vías de comunicación y recuperar los sembradíos. “El invierno apenas está comenzando y nos pilló mal parados”, precisó.
También se refirió al riesgo que representa la crecida del río Biobío, en cuyo curso están instaladas tres represas, las cuales podrían comenzar a aliviar su carga si las precipitaciones continúan.
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