A unos 70 kilómetros de la capital y desde una colina en la región de Nabatieh, el sitio honra la victoria de Hizbulah y de las fuerzas patrióticas frente al ejército de Tel Aviv durante el conflicto del año 2000.
El parque temático expone las condiciones de vida en campaña, las capacidades y la fortaleza de los combatientes de la resistencia en la ofensiva por derrotar la hegemonía israelí en el país, 18 años después de la invasión de 1982.
Entre sus piezas museables, Mleeta consta de búnkeres originales construidos entre las rocas por los propios efectivos de Hizbulah y de un túnel de 200 metros que constituyó un centro activo de comando frente a la ocupación.
Reconocida como la Colina de los Mártires, el espacio muestra las técnicas empleadas por el movimiento en la lucha para expulsar sin condiciones del territorio nacional a las fuerzas israelíes con valentía y sacrificio.
En la actualidad, el monumento histórico abierto todos los días al público exhibe en el área central una reconstrucción artística de las ruinas de un campo de batalla, vehículos blindados, artículos de artillería y equipo militar.
La proyección de un cortometraje en la sala multimedia permite a los visitantes conocer los orígenes de Hizbulah, el heroísmo de sus combatientes, el liderazgo de sus dirigentes y el triunfo contra los invasores.
Un camino a través de las trincheras conduce a la representación de varios frentes de lucha: armas automáticas, fortificaciones, defensa antiaérea y refugios soterrados.
El jardín decorado con armas y misiles, dedicado a los mártires de la resistencia, cierra un recorrido por el museo al aire libre que cubre unos 60 mil metros cuadrados de senderos ondulados y áreas boscosas.
Fundada a principios de la década de 1980, la Resistencia islámica libanesa surgió como bastión en la defensa nacional y constituyó un baluarte en la expulsión de los militares israelíes del territorio el 25 de mayo del año 2000.
mem/yma