Se trata de una de las iniciativas que se concretaron aquí en medio de las conmemoraciones del aniversario 50 del golpe de Estado de junio de 1973, y en el afán de que con la memoria nunca más el terrorismo estatal cobre víctimas en este país sudamericano.
Hay mil 758 nombres grabados en el metal, pero no están todas, apenas aparecen las que fueron procesadas por la “justicia” militar que imperó en aquellos años de dictadura (1973-1985), cuando las tiranías sudamericanas se juntaron para cometer crímenes de lesa humanidad coordinados en el Plan Cóndor.
Fueron cientos de las expresas políticas las que rodearon el monumento en su inauguración, a cargo de la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse.
“Siempre he sentido que las ansias de estas mujeres de tener una marca de la memoria es, en realidad, una ofrenda que hacen a todas y a todos para que se puedan recostar, juntar, tomar fuerzas y seguir adelante”, dijo la jefa de la comuna capitalina.
“Lo importante es que este espacio está siendo ocupado por una intervención que fue pensada colectivamente”, expresó en referencia a la participación en el proyecto del “monumento histórico” de asociaciones de víctimas de la dictadura y varias instituciones.
Es importante que nuestra sociedad entienda que la mujer siempre estuvo y jugó un papel importante en la historia del país. Nos tocó a nosotras vivir este período especial, refirió una de las ex rehenes de aquel régimen de fuerza y terror, Martha Passeggi.
El memorial tiene 20 pilares, 19 representando cada departamento del país y uno más para reconocer la lucha de todas las mujeres: niñas, jóvenes, madres y abuelas que lucharon”, explicó Ivonne Klingler, integrante del colectivo Ex Presas Políticas de Uruguay.
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