Un comunicado de la cancillería señala que, en relación con esa legislación, que entró en vigor el 1 de julio, el gobierno de México, a través del consulado en Kansas City, expresa su rechazo y preocupación.
Argumenta que este tipo de iniciativas induce al perfilamiento racial y puede dar lugar a actos discriminatorios y abusos contra la comunidad hispana, latina y mexicana.
La seguridad y bienestar de la comunidad mexicana en Kansas es una prioridad que compartimos con las más altas autoridades del estado, y reconocemos el veto que diera la gobernadora Laura Kelly a esta ley, por sus potenciales implicaciones, expresa.
Asegura que México es y seguirá siendo respetuoso del ordenamiento jurídico interno y de las medidas legislativas estatales en los Estados Unidos de América.
Pero al mismo tiempo se intensificarán los esfuerzos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, a través del Unidad para América del Norte, para proporcionar información veraz y oportuna a la comunidad mexicana.
También velar por el respeto de sus derechos, así como por el reconocimiento de todas las aportaciones que realizan de manera cotidiana tanto en el estado como en toda la Unión Americana, acota.
Finalmente, reafirma el compromiso de seguir trabajando de manera cercana en beneficio de todas las personas mexicanas y en pro de una región más próspera y segura para todos.
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