De los 18 enlistados ya se dieron de baja Damián Zepeda, Germán Martínez, Mauricio Vila, Lilly Téllez, Claudia Ruiz Massieu, Gustavo de Hoyos y Alejandro Murat.
Se mantienen la senadora Xóchitl Gálvez y el diputado Santiago Creel, los únicos que suenan mediáticamente; y Juan Carlos Romero Hicks, Enrique de la Madrid, Beatriz Paredes, Ildefonso Guajardo, José Ángel Gurría, Miguel Ángel Mancera, Silvano Aureoles, Gabriel Quadri y Jorge Luis Preciado, quienes hasta ahora parecen figuras de relleno.
El Comité Organizador dará a conocer las bases de la convocatoria para la inscripción oficial de los interesados, proceso que se abrirá mañana martes, y el Comité dará fechas, horarios y formas de inscripción de los 11 interesados que se mantienen o pueden conocerse nombres adicionales.
De Hoyos, exlíder de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), anunció ayer que no se registrará como candidato presidencial del Frente Amplio por México, porque el método decidido pone en desventaja a los ciudadanos que, como él, no tienen militancia partidista.
Llama la atención tanto que se haya borrado de la lista como las razones que expuso, pues deja ver también cierto resquebrajamiento entre los empresarios y otros “civiles” que organizaron acelerada y de manera muy frágil el frente amplio con su líder no proclamado, pero sí de facto, Claudio X González, según la visión del partido oficialista Morena.
Debo decir con claridad que a pesar de contar con amplia trayectoria en la sociedad civil, las reglas definidas hacen inviable el éxito de mi aspiración, no obstante ser el único aspirante de extracción totalmente apartidaria.
Por eso, y después de una profunda reflexión, he decidido no inscribirme en el proceso electivo al que convocó el Frente Amplio por México, dijo De Hoyos en un vídeo difundido en redes sociales.
Razones similares, pero con mucho mayor estridencias, plantearon las legisladoras Lully Téllez y Claudia Ruiz Massieu, quienes evidentemente están en desacuerdo que entre los ungidos estén persona para ellos con mínimas posibilidades de ganar como Xótchill y Creel, la primera por su estrecha cintura política; y el segundo su oscuro pasado y nulo carisma.
Para los renunciantes, el método de elección tiene “imperfecciones, así como riesgos jurídicos y políticos, como dijo el empresario, pero el trasfondo al parecer está en la selección previa que pone al descubierto la demagogia y el fraude, como adelantó en varias conferencias diarias el presidente Andrés Manuel López Obrador.
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