La primera explosión se produjo en plena madrugada y hasta media mañana hubo otras siete, informó la vulcanóloga Katherine Vargas, del Instituto Geofísico de Perú (IGP), a tiempo de considerar normal la activación del volcán con intervalos de algunos años, la anterior en 2019..
El Ubinas comenzó a emitir humo y cenizas el 22 de junio y las explosiones fueron registradas en imágenes satelitales y las cenizas afectan a las localidades cercanas de Ubinas, Yunga, Lloque, Chojata y San Juan de Tarucani, cuyos habitantes han sido advertidos de mantenerse a cinco kilómetros del volcán.
A raíz de la activación del volcán, la zona fue declarada en alerta naranja y la gobernadora de Moquegua, Gilia Gutiérrez, manifestó preocupación porque no obtuvo respuesta de sus pedidos al gobierno nacional, de que declare la región en emergencia.
Explicó que el estado de emergencia es necesario para que la gobernación pueda usar con celeridad fondos de prevención de consecuencias mayores, pues hasta ahora solo ha podido distribuir mascarillas y agua potable entre las poblaciones cercanas al volcán.
Indicó que en caso que la situación del volcán empeore, será necesario evacuar entre mil 500 y dos mil pobladores al albergue de Siriguaya, el que la gobernación debe habilitar cuanto antes, pues está abandonado desde la activación volcánica de 2019 y carece de servicios esenciales.
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