En medio de medidas para combatir la inmigración ilegal desde suelo nacional hacia los países europeos, unidades especializadas detuvieron a más de 230 personas, libaneses y sirios, que pretendían abordar embarcaciones en el norte del país.
Luego de un cuidadoso seguimiento y control, la División de Información realizó dos operativos simultáneos en las carreteras Minieh-Danniyeh y Al-Muhammarah, para frustrar los intentos de salida.
En la autopista Minieh-Danniyeh, dos camionetas fueron interceptadas con sirios, incluido mujeres y niños; mientras, otros dos vehículos con nacionales e individuos del vecino país resultaron detenidos.
De acuerdo con las Fuerzas de Seguridad Interior, durante el operativo se capturó a los organizadores del contrabando de ciudadanos que perseguían viajar desde la playa de Selaata, en el norte de Batroun, hasta la nación italiana.
El pasado 25 de septiembre, el Ejército libanés arrestó a una persona implicada en el tráfico de migrantes en la embarcación que se hundió frente a las costas de Siria y causó el fallecimiento de más de 90 ciudadanos.
Similar tragedia sucedió a fines de abril de 2022 cuando un bote con 84 migrantes naufragó en las aguas libanesas de Trípoli con saldo de ocho fallecidos, incluida una niña.
Según reportes locales, Líbano enfrenta un incremento significativo en las tasas de inmigración como consecuencia del colapso económico y financiero, en ausencia de un presidente, crisis política y un gobierno interino de limitados poderes constitucionales.
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