Es una región donde vive el 60 por ciento de la población, cerca de dos millones de habitantes que reciben agua corriente con altos parámetros de cloruros y sodio a fin de extender el suministro del servicio.
La intención es saber como está influyendo en la salud los niveles de cloruro y sodio en el agua que suministra Obras Sanitarias del Estado, que es calificada por el ministro de Ambiente, Robert Bouvier, como bebible pero no potable.
También se pretende saber “las perspectivas, porque lamentablemente son complejas en cuanto al agotamiento de las reservas de agua dulce y la necesidad de tomar más agua del Río de la Plata», lo cual podría incidir en la calidad del vital líquido, añadió el parlamentario.
Nunes apuntó que el Frente Amplio quiere contribuir para salir de la crisis hídrica, pero “para eso se debe conocer cual es la realidad”.
La víspera aumentaron por cuarto día, aunque levemente, las reservas de Paso Severino, principal fuente de suministros de agua para la capital y el área conurbada.
Los niveles de cloruros y sodio estuvieron estables, por debajo de lo fijado por el Ministerio de Salud Pública.
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