El acto formó parte de las actividades organizadas aquí en el año del aniversario 50 del golpe militar dirigido por el general Augusto Pinochet (1915-2006) contra el gobierno de la Unidad Popular, presidido por Salvador Allende (1908-1973).
La exministra de Justicia Marcela Ríos explicó que el documento es una invitación a reflexionar sobre la necesidad de la unidad y la reparación, así como a honrar a las víctimas del régimen pinochetista.
Entre los convocados estuvieron los partidos Comunista, Socialista, Demócrata Cristiano, Convergencia Social, organizaciones defensoras de los derechos humanos y vecinos de la comuna de Ñuñoa.
Resulta esencial, agregó Ríos, que los partidos democráticos repudien el golpe de Estado.
“El uso de la violencia para resolver las crisis políticas debe ser condenado”, señaló.
Este sábado, durante su visita oficial a España, el presidente de Chile, Gabriel Boric, hizo un llamado a todas las formaciones políticas a firmar una declaración conjunta contra el uso de la violencia para deponer a un gobierno democráticamente electo.
Un golpe de Estado es inaceptable, dijo el mandatario, y agregó que ni las diferencias más agudas justifican la violación de los derechos humanos.
En este sentido el antiguo asesor de Allende, Jorge Arrate, declaró que todo compromiso con los derechos humanos, la democracia y la condena a la violación de las garantías fundamentales, es bienvenido.
Sin embargo, de inmediato los partidos de derecha y extrema derecha manifestaron su oposición a la rúbrica de un documento como el propuesto por Boric, con el pretexto de que éste sería redactado desde las posiciones de izquierda.
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