En su sermón semanal, al-Rai apuntó que el estancamiento en la formación de gobierno tal vez contiene intenciones de frustrar la elección de diputados y del presidente.
Si los políticos fueran humildes y honestos, apuntó, habrían dejado a un lado intereses personales y no habrían llevado al país a la peor crisis económica y financiera de las últimas tres décadas, precisó.
Según Rai, muchos funcionarios solo buscan salvar sus intereses y obvian la nación como si no existiera un pueblo y un sistema.
Detrás de las endebles razones para instalar un ejecutivo, dijo, parece que hay planes de desaparecer a Líbano a 100 años de surgir como un Estado.
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