Así lo consigna un balance del período 2022-2023 de la consultora Exante el cual reconoce «un deterioro importante de los márgenes en todas las principales actividades”.
Ello ocurrió, dice el informe, en un marco de costos altos y condiciones climáticas muy adversas”.
Para el próximo período agrícola, las perspectivas son con “moderación de algunos costos” y “la reversión del shock de la sequía”, lo que para el economista Pablo Rosselli debería “permitir una recuperación de los resultados”.
No obstante, el experto identificó riesgos significativos a nivel de precios y de clima, por la llegada del fenómeno del Niño.
Según Exante, en el invierno 2022 el área sembrada tuvo un extraordinario incremento y los rendimientos se mantuvieron en niveles muy altos, dejando elevados volúmenes de producción.
La decisión de siembra se tomó con los precios en valores pico, pero en los meses siguientes estos tuvieron un ajuste marcado a la baja.
Al mismo tiempo, los costos de implantación alcanzaron niveles récord, con fuertes incrementos de precios de insumos fundamentales.
En el transcurso del año cayeron los precios de las producciones agropecuarias, con menores ingresos en las cosechas de los cultivos de invierno.
La soya cerró con altos costos, rendimientos mínimos y pérdidas abultadas, apunta el diario Subrayado.
En el período se enfrió la demanda externa de carne bovina, sobre todo desde China, lo cual contrajo la actividad y los precios, apuntó el informe.
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