Según el documento, Ccreee y KEA, además de compartir información e intercambiar experiencias, cooperarán mediante acciones conjuntas sobre energía renovable, eficiencia, gestión y otras áreas que apoyan la transición energética.
Para el director ejecutivo del Ccreee, Gary Jackson, la seguridad energética es un desafío, al que deben contribuir las tecnologías innovadores, que modifican la forma de obtención, conversión, entrega y consumo.
Las mejoras en el rendimiento y las reducciones en los precios de las tecnologías, así como los avances en la digitalización, perfeccionan nuestras capacidades para que la seguridad energética sea alcanzable, afirmó Jackson.
Está previsto que la iniciativa incluya estudios de viabilidad y proyectos piloto en áreas emergentes, como las energías renovables marinas, la modernización de la red, los sistemas de energía distribuida inteligentes y los vehículos eléctricos.
Si bien la región busca emprender programas, proyectos y actividades que generen beneficios de reducción global de carbono, el enfoque es garantizar que las acciones cumplan simultáneamente con los objetivos económicos y de resiliencia climática a largo plazo.
En opinión de Jackson, la alianza permitirá aprender lecciones y obtener conocimientos que faciliten a las ambiciones globales teóricas para lograr emisiones netas de carbono cero en 2050.
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