De acuerdo con un reporte publicado en el sitio oficial de esa entidad ambientalista, las mayores afectaciones se registraron en la sureña región isleña de Sicilia, con 41 mil 365 hectáreas, seguida por las de Calabria, Apulia y Abruzos, con siete mil 390, mil 456 y 284 hectáreas, respectivamente.
Solo en la provincia de Palermo, en las últimas 72 horas fueron arrasadas por las llamas más de 15 mil hectáreas, y lo más grave es que “la mayoría de las veces se trata de incendios provocados por personas sin escrúpulos”, subraya el análisis.
En esos tres días, del 25 al 27 de julio, ardieron en total 31 mil 78 hectáreas de vegetación, de acuerdo con datos recopilados por el Sistema Europeo para la Información sobre Incendios Forestales (Effis), un servicio que solo monitorea los incendios que abarquen más de 30 hectáreas de superficie.
Stefano Ciafani, presidente nacional de Legambiente, manifestó que en Italia “la emergencia de incendios, agravada por la crisis climática en curso, ahora es crónica como lo demuestran las imágenes apocalípticas que llegan estos días desde Sicilia, de Palermo a Catania, así como de otras regiones de la península”.
“Puntualmente todos los veranos, y en la misma época, en nuestro país se producen incendios, la mayoría de las veces de origen malicioso, un flagelo que hay que frenar absolutamente con acciones de prevención y políticas específicas”, manifestó el experto, quien se refirió a diez propuestas enviadas por su organización al Gobierno italiano.
En el documento, Legambiente demanda entre otras acciones “un endurecimiento de las penas, extendiendo las previstas en el Código Penal para el delito de incendio forestal a cualquier tipo de incendio de vegetación”, así como “empoderar e implicar a la ciudadanía”, en “la lucha contra los incendios, la prevención y la información”.
También piden mejorar la coordinación entre las instituciones y los actores involucrados, así como supervisar la aplicación de la ley marco sobre incendios forestales y perfeccionar el sistema de recopilación, análisis e intercambio de datos sobre incendios, “con inversiones tecnológicas y simplificaciones normativas”.
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