Omar dejó un legado y estructuras que vinculan más a los gobernantes con los problemas de sus comunidades, y es venerado entre sectores populares más humildes y nacionalistas por la gesta que libró y luego logró en 1977 firmar los Tratados Torrijos-Carter, que permitieron la devolución del control del Canal en 1999, hasta entonces en manos de Estados Unidos.
También en marzo de 1979 fundó el Partido Revolucionario Democrático, organización que con frecuencia rememora la impronta de su líder histórico, a quien agradecen tener hoy la patria liberada y la soberanía sobre todo su territorio.
Entre los principales homenajes previstos por la Fundación que lleva su nombre, según trascendió, sobresale este sábado el conversatorio “Omar hoy, memoria y vigencia”.
Para el domingo habrá una ceremonia de ofrenda floral en el Mausoleo Omar Torrijos donde descansan sus restos mortales y declarado patrimonio histórico nacional.
El acto central será en un hotel capitalino el lunes 31 de julio, justo cuando se cumplen 42 años de su controversial desaparición física, al morir en un accidente aéreo cuando viajaba a Coclesito en la nave Twin Otter (DHC-6) junto a a seis de sus colaboradores.
El año pasado, en misma esta fecha, al evocar a su padre, el expresidente Martin Torrijos (2004-2009), señalaba en un discurso que en la difícil situación socioeconómica en la que viven los panameños, es vital recuperar la esperanza con el esfuerzo de una generación dispuesta a forjar el futuro y para ello cuenta con un ejemplo de liderazgo y humildad.
El ahora candidato a la silla presidencial en comicios de 2024 por el Partido Popular, señaló también entonces que para los necesarios cambios es preciso seguir enarbolando la bandera que recogimos una vez, darle un beso y seguir adelante, acción que no es de un día, ni siquiera de una época.
El 31 de julio de 1981, para muchos investigadores, la historia de Panamá dio un giro de 180 grados. El líder de la Guardia Nacional fallecía al querer cumplir otro de sus acostumbrados viajes a la región montañosa de Coclesito, un pueblo rural que en ese entonces era parte del distrito de Donoso en la provincia de Colón
La aeronave DeHavilland Twin Otter (DHC-6) con matrícula FAP 205 propiedad de la Fuerza Aérea Panameña piloteada por el capitán Azael Adames y su copiloto Víctor Rangel se estrelló cerca del mediodía en el cerro Marta.
Junto al militar Torrijos también morirían en el lugar el piloto y el copiloto, más la odontóloga Teresa Ferreira, el sargento Ricardo Machazek (escolta), el mecánico Eric Rivera y el asistente Jaime Correa.
Los documentos relacionados con aquella tragedia desaparecieron durante la invasión de Estados Unidos a Panamá en diciembre de 1989, lo que hace indicar a algunos abogados y estudiosos que la muerte de Torrijos no fue accidental.
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