En declaraciones al diario La Estrella de Panamá, el consultor laboral René Quevedo precisó que ve viable la necesidad de crear, por lo menos, entre 200 mil y 250 mil plazas (entre formales e informales) para el período 2024-2029.
Generar estas cifras, dijo, dependerá de factores como transmitir confianza en inversión extranjera directa, potenciar el emprendimiento y las micro, pequeña y mediana empresa, además de enfrentar la transformación digital de la economía y un desarrollo de un plan de infraestructuras.
En ese sentido, señaló que la matriz económica del istmo está cambiando y con ella sus fuentes de trabajo, en una migración hacia una economía más basada en conocimiento que en presencialidad.
Por su parte, el economista Roberto Durán estimó que la relación entre la demanda laboral y la oferta que exista en capital humano es fundamental, ya que actualmente habría que preguntarse si se capacita en función a las nuevas tendencias del mercado.
Durante la pandemia, aseveraron , en Panamá tres de cada cuatro trabajadores que perdieron sus empleos realizaban labores presenciales, sobre todo en sectores como comercio, construcción, logística, industria, hoteles/restaurantes y otras actividades de servicio.
En el entorno laboral pospandemia existe una clara relación entre escolaridad y calidad del empleo, agregaron.
Según el Instituto de Estadística y Censo (Inec), 85 por ciento de los nuevos empleos formales requieren trabajadores con más de 13 años de escolaridad, al tiempo que dos tercios de los nuevos empleos informales sólo demandaron 11 o menos años de instrucción.
Ahora existe un alto nivel de desocupación entre panameños con deficiencias formativas y dificultades para insertarse en el mercado laboral formal, indicaron.
Por su parte, el economista Juan Jované señaló que es necesario se combinen los planes económicos con los de educación, ya que son dos elementos que deben ir de la mano, pero hace años no es así.
Para Jované es clave crear una política industrial, que le permita al país “saber hacia dónde quiere ir” para así adecuar su sistema educativo, sin olvidar el tema ambiental.
“La prioridad no es sólo generar empleos, sino generar empleos dignos, que tengan el amparo de la seguridad social y contribuyan al fortalecimiento de las finanzas públicas», remarcó.
Los estudiosos enfatizaron además en que el país centroamericano no vea la inversión extranjera directa como la única oportunidad de desarrollo, cuando puede potenciar la industria nacional.
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