El Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) del país se vio obligado a instalar tres mesas de diálogo para abordar reclamos existentes en torno al tema, con la participación de las carteras de Educación y Salud.
Además, la Comisión Presidencial de Asuntos Municipales, sindicatos de recolectores, la Asociación Nacional de Municipalidades, nueve de estas demarcaciones y la autoridad para el Manejo Sustentable de la Cuenca y del Lago de Amatitlán.
Muchas de estas descartaron antes en declaraciones públicas contar actualmente con las herramientas y recursos necesarios para impulsar de manera efectiva la iniciativa.
El sindicato de recolectores de basura comunicó, puntualmente, que, si comenzaba a implementarse el Acuerdo, ellos irían a Paro Nacional debido a que no fueron tomados en cuenta para su realización.
“Nos piden que los camiones recolectores de basura tengan un apartado para la basura según su clasificación”, describió el presidente de la gremial, Miguel Ángel Carrera.
Pero -advirtió- no podemos hacerlo porque los desechos son demasiados, no tenemos espacio ni tiempo para ese tratamiento, subrayó.
Ahora, según el MARN, las entidades involucradas en el reglamento para la separación de lo pautado tendrán más tiempo para implementar la normativa y concientizar a la población.
El Acuerdo Gubernativo 164-2021 se elaboró para derogar otro reglamento que prohibía el uso de plásticos, pajillas, botellas pet o duroport de un solo uso y durante sus dos primeros años solo establecía separar orgánicos e inorgánicos.
En el tercer año planteaba la clasificación secundaria obligatoria, que incluirá papel y cartón, vidrio, plástico, metal, multicapa y otros materiales.
Cada día en Guatemala se generan más de tres mil millones de libras de basura, sumadas las estimaciones de las municipalidades, sin que exista un control adecuado, por lo que los desechos son arrastrados hacia los ríos y lagos.
Aunque hay alivio por un lado, analistas precisan que el país está cerca de ser demandado en una corte internacional por el exceso de desechos que lleva el río Motagua a una playa de Honduras.
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