Perthes condenó los ataques contra poblaciones civiles e instalaciones públicas por parte de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, inglés) y las milicias aliadas, en la localidad de Sirba, en Darfur Occidental.
Según el funcionario, los informes indican que se impide a los civiles su traslado a zonas más seguras, lo que provoca numerosas víctimas, al igual que ocurrió en El Geneina y Darfur Occidental, el pasado mes de junio.
En su denuncia recordó que estos actos son violaciones graves a los Derechos Humanos y pueden constituir crímenes de guerra.
Asimismo instó a retomar los diálogos de paz en la ciudad saudita de Jeddah y poner fin a las operaciones militares.
Según fuentes médicas sudanesas el número de muertos por la guerra supera los mil 100 pero estas cifras se consideran muy conservadoras por los analistas. Mientras, más de tres millones de personas huyeron de sus lugares de origen, tanto internamente como a países vecinos.
Los enfrentamientos en Sudán estallaron el pasado 15 de abril por contradicciones en medio de un proceso de integración de las Fuerzas de Apoyo Rápido, lideradas por Mohamed Hamdan Dagalo, vicepresidente del Consejo Soberano de Transición (CST), al seno de las Fuerzas Armadas, y el jefe del Ejército y presidente del CST, Abdelfatá al Burhan.
Ambos con grado de general, se disputan el control del país después del derrocamiento en 2019 del presidente Omar al Bashir.
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